Cómo funciona una lámpara de bajo consumo

Las lámparas CFL (lámparas fluorescentes compactas) de bajo consumo consumen un 80 % menos de energía eléctrica y duran hasta 12 ocasiones mucho más que las lámparas incandescentes. Estas peculiaridades, sumadas a las actualizaciones en el desempeño y la reducción del precio, afirman que las ventas estén en incesante incremento.

Vamos a seguir diseccionando una de estas lámparas hasta llegar a los elementos mucho más pequeños y analizaremos su desempeño.

Diferencias entre ámbas

Lo primordial es que la una gran diferencia entre las lámparas CFL y las LED es que estas últimas no poseen elementos tóxicos y conseguimos un desempeño del cien % en el momento en que las apagamos al fin y al cabo, son mucho más eficaces energéticamente y menos contaminantes en un largo plazo; asimismo transforman hasta el 98% de su energía en luz y solo el 2% en calor. Por su lado, las lámparas de bajo consumo han de ser recicladas, con régimen de restos peligrosos, algo que normalmente no se sabe. Su desempeño asimismo acarrea una reducción de la alta producción de calor.

La primera es que poseen un gas con una pequeña proporción de mercurio (de 3 a 6 mg). O sea precisamente lo que los transforma en restos peligrosos. En consecuencia, tienen que entregarse en puntos particulares de reciclaje.

¡A proseguir! Virtudes de las lámparas de bajo consumo

Entre las primordiales virtudes de las lámparas de bajo consumo es su ahorro energético, que entonces lo apreciamos en la factura de la luz, y mucho más actualmente que la luz no sube. Tienen la posibilidad de ahorrar hasta un 20% de energía en comparación con las lámparas incandescentes habituales.

Otro aspecto de bajo consumo es que explota mejor la energía para producir luz y emite menos calor. Ahorran entre un 50% y un 80% menos de energía que una lámpara vieja habitual. Por poner un ejemplo, una lámpara clásico de 100W equivale a 20W de una lámpara de bajo consumo.

Componentes en el momento de escoger una lámpara

El tono de la luz: puede ser aproximadamente blanca, e inclusive hay lámparas de colores para realzar entornos mucho más cálidos. La intensidad: es dependiente del número de fuentes de luz y de la actividad aguardada en el área alumbrada La situación de la fuente de luz: lámparas de techo, luz indirecta, luz de cruce, etcétera. La economía: hay modelos de lámparas incandescentes que consumen menos energía y tienen una vida mucho más extendida que la estética clásico: en ciertos casos, la manera y el tono de la lámpara se tienen la posibilidad de integrar en el diseño de la lámpara.

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